viernes, 2 de julio de 2010

un bus

EL autobús en el que iba estaba abarrotado de ignorancia. Ella asustada grito “parada” pero ya era demasiado tarde. Al bajarse toda su inteligencia se había perdido entre el “camine un poquito hacía el pasillo” del colector y el “ay menos mal que mi marido si me saca” de la señora sin gracia que bloqueaba la salida.

viernes

Ese viernes el sol era distinto, entraba por el cristal de sus lentes y se proyectaba. Entonces ya no era luz, sino rayos de colores invadiendo el pasto seco.