un autorretrato muy viejo,que hoy
me hace recordar momentos divertidos
Estaba sentada en la parte más baja de las escaleras y a su alrededor la concurrida universidad seguía su curso sin siquiera fijarse en el bulto callado que secaba sus lágrimas intensas con un pañuelo de navidad.
El bulto que todos tropezaban al bajar las escaleras se llamaba Patricia, ella misma no sabia la razón por la cual lágrimas de colores bajaban por su rostro.